En el cervantino, y no pude reconocer a un cantinero porque se rasuró el bigote, él en cambio, a pesar de las cicatrices, se acordó de mí.
Ningún hombre puede beber dos veces de la misma michelada
GTO
Hace 8 años
ejercicios de escritura abiertos a la mirada y escrutinio de quién quiera
2 comentarios:
Tu carnal jotillo se fue corriendo un día antes, tenía ganas de quedarme a pistear, pero el miedo eterno que tengo a una promesa rota a mi morra es bien poderoso. A la otra puterre, ya ve guardando para las titulaciones.
wey pues avisen con tiempo y ojalá
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