Este es casi un cliche, pero no sé me ocurre qué más poner:
EL GUARDIÁN
Hace mucho tiempo desperté sin memoria en un laboratorio, sobre una extraña plancha quirúrgica. Mi cuerpo estaba lleno de cables y partes metálicas hasta donde pude ver. Salí a buscar ayuda, tomé unas sábanas para cubrirme y caminé por mucho tiempo. Nadie, no encontré a nadie en mi larga travesía. Pero el mundo estaba diferente a como lo recordaba, caminé por campos devastados, ardientes desiertos y tundras desoladas, todo lo que vi fue algo de vegetación agonizando. Las ciudades son los paisajes más tristes, el aire es más denso y la eterna neblina otorga una gravedad terrible. Los edificios, cáscaras inútiles, rasgan el bajo y dolorido cielo. Algunos días, los afortunados, un rayo de luz se filtra por las purpúreas nubes.
No pude recordar nada de mi vida, sin embargo estoy seguro que el mundo era un lugar mejor. ¿Qué es lo que pasó? ¿Por qué estoy sólo? Hay algunas imágenes recurrentes en mis sueños, recuerdo como me ponían mis extremidades metálicas, recuerdo una biblioteca inmensa, casi infinita, y recuerdo una luz intensa seguida de un ruido ensordecedor. ¿Quién era yo antes de estar en este cuerpo?
Pasaron años hasta que mi viaje me trajo al lugar donde comencé, un complejo industrial de tres torres enormes. En la primera torre encontré mi pasado, todo dentro de una computadora. Leí unos archivos y lo entendí, soy lo más cercano a un ser humano sin serlo totalmente. Me construyeron. Soy un robot, el más perfecto que pudieron fabricar. Todavía tengo muchas preguntas, a pesar de resignarme en mi condición de ser artificial, ¿existo realmente? ¿Mis pensamientos son propios o alguien los puso? ¿Por qué sueño?
En la segunda torre estaba la biblioteca de mis sueños, es enorme, pasé meses leyendo de todos los temas que pude. Otro experimento humano antes de que desaparecieran, trataron de juntar todos sus conocimientos, no sé si lo lograron y aunque no sé cuanta información pueda almacenar me gusta leer, me entretiene y aparta mi soledad. Recientemente he buscado literatura sobre los que se me parecen, golems, homúnculos, el prometeo moderno, etc. Prefiero la literatura a los libros de ciencia, puedo imaginar cosas y la ciencia ya no me sirve de mucho.
En la tercera torre hay un letrero en varios idiomas, “El nuevo Edén”. Me emocioné mucho cuando vi todas las maravillosas creaturas en ese paraíso, pacificas y dóciles sin lastimarse entre sí. Pronto comprendí que esto no era intervención divina sino que era obra de la ambiciosa mano del hombre. Eran como yo. Todo este paraíso era artificial. Sin embargo me despojé del ropaje que utilizaba y decidí vivir ahí, entre mis semejantes y bajo una brillante luna falsa.
Esta vida podría parecer absurda, convertirme en cuidador de la biblioteca y del paraíso, pero es lo que he decidido. Tal vez podría seguir buscando sobrevivientes, pero nada indica que existan. No estoy seguro de nada, ¿la humanidad se enteró del peligro en la tierra? ¿Habrán logrado escapar? Quizá soy el encargado de cuidar su planeta hasta que regresen, quizá tengo que mantener su historia hasta que seres de otro mundo investiguen el pasado. Lo más probable es que nadie venga, he pasado cien años solo, sin nadie con quien reír, sin nadie con quien compartir mis pensamientos. Creo que me estoy volviendo loco, pero cómo podría saberlo. Ahora en este momento sólo quisiera irme a dormir y no despertar, morir y descansar un poco.
